Nada fácil era la papeleta con la que el ICG Força Lleida iba a Madrid para debutar en la liga 2021/22; Sin la plantilla cerrada, con la baja de Juani Marcos por motivos administrativos, con los dos pivotes prácticamente recién aterrizados en el equipo, y visitando al máximo candidato al ascenso. Ciertamente había que ser muy optimista para pensar en arrancar un triunfo del WiZink Center, pero si algo parece que debe caracterizar al equipo de esta temporada es su temperamento atrevido y descarado. Y eso sí pudo verse en la capital del Estado; No pudo ganarse, pero se pueden sacar algunas cosas muy positivas del debut.
El partido empezó con el ICG Força Lleida mostrando una gran actitud y agresividad en ataque y defensa. Fruto de ello, se adelantaron en el marcador (2-3, 8:18 1Q). Los burdeos, desacomplejados pese a la magnitud del escenario, tenían en Carrera su estilete, pero los madrileños hacían gala de su talento exterior y, a golpe de triple, cogían las riendas del electrónico (12-5 5:48 1Q). El venezolano era, sin embargo, una garantía incidiendo hacia el aro, y sus puntos impedían marcharse al Estudiantes. Pero las rotaciones hicieron que los madrileños pudieran crecer; dos jugadas de 2+1 y un nuevo triple catapultaban al equipo de Jota Cuspinera hacia la barrera de los 10 puntos y hacían que Encuentra pidiera el primer tiempo muerto (21-11, 1:16 1Q). El equipo reaccionaba y lograba reducir márgenes hasta el 23-17 del final del primer período.
El segundo cuarto empezó con los de Lleida golpeando desde el 6,75 y situándose a sólo un punto (27-26, 7:30 2Q), y pese a la lesión que sufrió Mark Hughes -que ya no volvería a jugarlo el equipo mostraba mucha competitividad y no se despegaba del encuentro. Sin embargo, algunas pérdidas de pelota y el aprovechamiento de segundas opciones por parte del Estudiantes les volvía a poner 12 por encima (38-26, 4:44 2Q). Nuevo paro de partido pide por Encuentra, y nuevo acercamiento gracias a un 3+1 de Schreiner y dos tiros libres de Rosa (38-32, 3:23 2Q). Hasta el final del cuarto, los madrileños hacían la goma y mantenían márgenes cómodos pero no decisivos (47-37). Diez puntos que demostraban que los de la Terra Ferma conseguían el primer objetivo; competir y ponerle las cosas difíciles al máximo candidato al ascenso. Y el arranque del tercer cuarto lo confirmó. Salida agresiva, parcial de 0-4 y de nuevo el equipo mostrando que tenía los cinco sentidos puestos en el duelo (47-41, 9:00 3Q). El encuentro entró en una fase de igualdad, pero con el Estudiantes manteniendo su brecha y ampliándola en los momentos finales del período hasta los 14 puntos, que se quedaban en 11 en el interludio (67-56). Los madrileños se llevaban el cuarto por un punto, lo que dadas las circunstancias era una buena noticia.
En los últimos diez minutos, el objetivo era evitar que los madrileños exageraran la diferencia en el marcador, pero la mayor calidad y rotación de los locales -el ICG no puede contar aún con Juani Marcos, le quedan dos fichajes por hacer y recordemos que Hughes estaba lesionado desde el segundo cuarto- eran un obstáculo demasiado grande. Se llegaron a poner 23 puntos por encima (91-68, 2:15 4Q), con un gran acierto exterior, y con el encuentro ya sentenciado, los del Espai Fruita acabaron bajando los brazos y haciendo que el sabor final fuera más amargo de lo que merecía el trabajo de los 35 minutos anteriores. Al final, triunfo amplio para los locales (98-73) y primer contacto del nuevo ICG Força Lleida con una liga en la que si el margen de mejora es el esperado, tendrán muchas cosas que decir. El próximo miércoles, en el ESPACIO FRUTA, primer partido en casa frente al HLA Alicante (20:00 horas).
